Mi hombre no es un santo
sabe trucos y palabrotas
le gusta el fútbol y las cervezas
casi siempre equivoca las fechas
y llega atrasado a la cita
no es de ramos de rosas ni bombones
pero si sabe moverse en la pista
tiene días nublados y otros radiantes
es amigo de sus amigos
y mejor amante
no le importa si subo un par de kilos
o si me pasé de aliños en la cena
tiene el alma aventurera
y los labios de fuego
sabe llevarme al cielo y compartir mis locuras
su sonrisa es clara y su mirar me desarma
es la mejor contraparte de la balanza
con los pies en la tierra
él me saca de las sombras
me arropa la confianza
y me deja volar cada vez que yo quiera.
Lichazul ©
23 comentarios:
lisa: con todos esos argumentos tiene carta abierta para cuando te quiera visitar.
Es diferente a otros poemas que te he leído.
mariarosa
Ese hombre de sonrisa clara y mirada serena es un amor.
Precioso poema Elisa.
Besos
Mavi
El encaje para un cóncavo y convexo. UN abrazo. Carlos
Tiene un 100
Abrazos!!!
Oy...te gusta mucho...
Pero mucho!
Besazo!
; )
enhorabuena!!
Es tu alma gemela, la que pone el punto sobre tu í y precisamente de eso se trata,¿no?
Porque la perfección no existe y de hacerlo, creo que sería sumamente aburrida.
:)
Besos.
Bravo por él!!!
Besos.
muchas gracias a ustedes,cuando de con él, sin duda le leeré el poema jajaja
por ahora soñar no cuesta nada
feliz domingo
abrazos
Pues miel sobre hojuelas Elisa.
Un poema distinto que invita a sonreír, aunque ,eso sí, muy romántico yo no lo veo. Pero sí que muestra satisfacción y alegría por los cuatro costados.:)
Buen domingo.
gracias Jerónimo
cómo que no es romántico, es lo más romántico que hay , no creo que a un hombre de pelo en pecho le guste que le nombren como mariposa trémula en un poema jajaja
muak
me gusto tu forma de mirar la pareja y esa sencilles al describirla, visita mi blog y estemos en contacto http://salvador pastore.blospot.com
saludos y abrazos poeticos
gracias Salvador
he estado en tu blog, pero solo algunas entradas tienen acceso a comentar
buenas vibras para ti y tu trabajo creacional
:D
:)
Así me he quedado tras leer tu poema.
Investigas y creas continuamente.
Eso está muy bien.
Este, diferente a tu "sello", está muy bien.
Besos grandes
Cuando des con él agárralo bien fuerte para que no se escape ;)
Abrazos Elisa!
muchas gracias Verónica y Francisco
intentaré
:D
abrazos
Y cuando des con él...trata que tenga un hermano gemelo jajajajaja
Besosssss POETA!
Y una super bella semana!!!
Bueno, pues si te deja volar ... acéptalo.
simpático y ligero tu poema.
Lo mejor de todo es que te deje volar. Ya eso es la guinda de todo lo bueno que es él.
Abrazos
Ojalá asi sea
a veces los sueños
nos traen pesadillas
pero todo sea por el amor..
besos!
No deberías depender de él así. Supongo que él también preparará el aliño.
Besos.
Muy interesante esa descripción, amiga...No está nada mal,es apasionado y respetuoso.
Mi felicitación y mi abrazo siempre.
M.Jesús
muchas gracias a ustedes
este poema bien podría ser en respuesta al poema de OLIVERIO GIRONDO "No sé me importa un pito"
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue —y no otra— la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. ¡María Luisa! ¡María Luisa!... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.
Oliverio Girondo
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