Se engendra con la lengua
toma forma en la boca uterina
parida queda al viento de los siglos
ella sigue siendo la misma
la que golpea y acaricia
la que se derrama y se mezquina
la que envenena y sana
la de hijas e hijos
en trinos y en chirridos
ecos de reyes y bastardos
conjunto y raíz humana.
El miedo la esconde, la abusa , la ovilla,
busca salidas ilusas donde el pantano profundiza,
su paso tiembla , su color se destiñe,
se hace jirones y lamento
en el intento por ayuda.
Pobre Palabra regada en desierto y en la selva
cuanto incierto rodea su hermosura
el nombre se derrumba
perturbado se desvela
ya no es la acuarela de la idea en que saliste
apenas un giro en el eco del cañón
que hizo explosión sin más excusa...
a veces; la Palabra se crece,
en los gestos ,
en las sonrisas,
y hasta huele a primavera
cual doncella en su día de bodas,
será su mejor canto
en donde el llanto troque a dicha
por todas las arenas y bosques
para sus musas y guardianes.
Lichazul ©